Para hacerse con los servicios de éste jugador que vió a falta de 3 días en el mercado, el presidente se puso manos a la obra y por falta de efectivo económico así como de una plaza de extrangero, el equipo tuvo que desprenderse de 2 buenos jgadores, el español Chinto Merino, que consiguió vender en el mercado por la friorera de 650.000 € a pesar de estar capado en todo menos en pases cortos.
No obstante, y 10 minutos antes del vencimiento del joven Húngaro, todavía faltaban unos míseros 2.000 € para superar la última oferta acaecida por el jugador. El presidente dijo que había que ficharlo como sea y vendió 555 asientos de las gradas para jugarsela al hacerse con los servicios, que por suerte terminó con final feliz.
En otro tema, y con perspectiva de enviar a los jovenes a los más prestigiosos campus de entrenamientos, y dejar abierta la incorporación de una estrella de última hora, el equipo cartagenero vendió al delanterazo senior Currito Esperta por la friorera de 1.250.000 € saneando así más que de sobra su economía.
hay que meterlo a la Uned, que coja inteligencia para ser un buen medio defensivo
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